El Análisis en frío

La situación parece caótica pero no hay que desesperar. Si se mira por fuera de los resultados se puede vislumbrar un margen de esperanza.

Esta nueva derrota es dura, durísima. Parece que uno no puede llegar a los objetivos ni cuando juega bien. Todo parece cuesta arriba. Todo se vuelve cada vez más difícil. Encima, las lesiones. Ahora Valentín Viola con un posible desgarro en el aductor cuando la realidad es que los delanteros no abundan. A eso sumarle seis derrotas en ocho partidos, la valla más vencida y el equipo menos goleador. Tres goles en ocho fechas es demasiado pobre. El momento es más que complicado.

Sin embargo, como arranca la nota tiene que haber un «pero». Y ese «pero» aparece si uno se pone en positivo y trata de ver más allá de lo observado a simple vista. El periodo Zubeldía / Radaelli ya pasó. Hoy nos influye pero no se puede cambiar. Hoy es Carlos Ischia y esa realidad marca que se disputaron tres partidos con dos derrotas y un empate. Está más que claro que dar vuelta los resultados por completo en poco tiempo es difícil pero ya van surgiendo algunos puntos positivos. De esos tres encuentros se hicieron dos buenas producciones contra rivales de punta (1°, Newell´s, y 3°, Lanús). Se perdió jugando muy mal en La Bombonera con Boca, ni más ni menos. Además, se intentó jugar con posesión de pelota, algo que se le reclamo al anterior DT.

Ajustes tácticos

En el aspecto táctico, se está buscando la versión que más se amolde al plantel que tenemos. En ese punto se dio un paso adelante. Se había logrado solidez con la inclusión de Matías Cahais por el lateral izquierdo contra Lanús, sumado al aporte de Luis Ibáñez como volante. Al partido siguiente, con Boca, Ischia se dio cuenta que cubrir el mediocampo con sólo tres jugadores era una tarea complicada. Para este partido con Newell´s se solucionó haciendo que Ibáñez y José Luis Gómez colaboren tanto con la defensa como con los volantes. Esto fue efectivo en gran parte del partido. Por lo tanto, se observan mejoras en cada fin de semana.

Entre los jugadores hay que encontrar un equilibrio, lo cual puede llegar con alguna victoria que pueda dar tranquilidad. El Chino Saja cumple. Gómez es una gran aparición y más teniendo en cuenta el bajo nivel que venía mostrando Iván PIllud. Fernando Ortiz mejoró este partido, esperemos que pueda sostenerlo como lo hiciera en otros torneos. Martín Migliónico es el que alterna no tan buenas y malas. En el medio, Ibáñez fue una buena incorporación para ese sector, Agustín Pelletieri con compañía puede dominar el mediocampo, pero ese lugarteniente no tiene que ser Diego Villar. Con experiencia sólo no se juega y tanto lo físico como lo técnico está lejos de ser el que necesita Racing en esa posición. La inclusión de Rodrigo De Paul como enganche fue otro acierto del entrenador pero las críticas caen en las duplas de ataque. Luciano Vietto no está fino y Gabriel Hauche ni cerca. La lesión de Viola es para preocupar, sobretodo por la falta de alternativas en esos lugares. Roger Martínez pide pista.

Córdoba es una plaza difícil y Belgrano es un rival de mucho respeto. Pero lejos hay que estar de tener temor. Jamás hay que olvidar que somos Racing, que las individualidades son de calidad, que se están acoplando para formar cada vez un mejor equipo y que las ganas de ganar de todos pueden más que cualquier cosa.

Por: Gabi Espósito