Efemérides académicas del 24 de mayo

Un día como hoy nacieron Paternoster y De Paul, falleció Natalio Perinetti, Sosa jugó por última vez en Racing y Milito le marcó a Independiente.

Un día como hoy, en 1903, nació Fernando Paternoster, en Pehuajó, provincia de Buenos Aires. Defensor central que inició su carrera en Atlanta. Desde el “Bohemio” se fue al club Progresista y desde allí llegó a Racing en 1927. Hizo su debut el 3 de abril de 1927 en una derrota de Racing como visitante de Vélez por la tercera fecha. Se transformó en una pieza fundamental de la defensa académica y permaneció en el club hasta 1932. Jugó por última vez con la celeste y blanca el 10 de julio de ese año en una caída por 2 a 0 en el clásico de Avellaneda. En total fueron 110 encuentros en el club. Integró el plantel racinguista que ganó la Copa Beccar Varela en 1932 pero el defensor no jugó ningún partido. Como jugador de Racing disputó dieciséis partidos para la Selección Argentina, ganó la Medalla de Plata en los Juegos Olímpicos de Ámsterdam en 1928, conquistó el Campeonato Sudamericano de 1929 y un año más tarde fue subcampeón en la primera edición de la Copa del Mundo en Uruguay. En 1936 tuvo un efímero paso por Argentinos Juniors y culminó su carrera. Luego fue entrenador en el fútbol colombiano y ecuatoriano, obtuvo títulos con Atlético Nacional de Medellín y Emelec. Fernando Paternoster nació un día como hoy de 1903 y falleció en junio de 1967 a los 64 años.

El 24 de mayo de 1964 Racing y Boca se enfrentaron por la quinta fecha del Campeonato de Primera División. En la Bombonera el local se impuso por 3 a 1 con goles del brasileño Paulo Valentim en dos oportunidades y uno de Alcides Silveira, mientras que para la “Academia” había descontado el “Chango” Cárdenas. Aquella tarde jugó por última vez con la casaca celeste y blanca uno de los grandes delanteros que tuvo Racing, Rubén Héctor Sosa, el “Marqués”. Surgido de Platense, llegó a la “Academia” en 1958. En su temporada debut fue campeón y marcó once goles. Nunca llegó a ser goleador de un torneo, pero si lo fue de su equipo con veintiún anotaciones en 1959, veinte en 1960 y diez en 1962. En 1961 también salió campeón, siendo una pieza clave de una de las delanteras más recordadas de la historia del club: Corbatta, Pizzuti, Mansilla, Sosa y Belén. Rubén aportó doce goles para llegar al título. En total acumuló 88 con la celeste y blanca en 162 partidos. Era un jugador fino, con un cabezazo imponente. Dejó la Academia en 1964 y se fue a jugar a Cerro de Uruguay. En el ‘67 pasó a Nacional de Montevideo, con quien enfrentó a su ex club en la final de la Copa Libertadores. En 1968 continuó su carrera en el fútbol de Estados Unidos, jugó diecisiete partidos con el Boston Beacons. Vistió la camiseta de la Selección Argentina en dieciocho oportunidades y convirtió once goles. Disputó el mundial de Chile en 1962 y dos Campeonatos Sudamericanos en 1959, en uno fue campeón y en el otro subcampeón. Rubén Héctor Sosa falleció el 13 de septiembre de 2008.

El 24 de mayo de 1985, en Remedios de Escalada, falleció uno de los jugadores más importantes en la historia de Racing Club, Natalio Perinetti. Puntero derecho que jugó 381 partidos oficiales con la camiseta celeste y blanca y marcó 95 goles. Nació el 28 de diciembre de 1900, a los trece años comenzó a jugar al fútbol en las divisiones inferiores de Talleres de Remedios de Escalada. En 1915, su hermano mayor, Juan, le recomendó que se fuera a probar a la “Academia” para que jueguen juntos. Natalio empezó en la Cuarta División, ahí conoció a Pedro Ochoa, con quien entabló una gran amistad y formó una sociedad futbolística brillante. Perinetti debutó en Primera División en 1917, como carta de presentación le dio dos asistencias a su amigo Ochoita y Racing ganó 2 a 1. Natalio era un petiso que jugaba de wing y desbordaba con gran talento, escondía muy bien la pelota y era difícil que se la saquen por su gran habilidad. Fue una de las figuras del equipo más ganador de la época y llegó a ser el capitán. En 1928 ganó la Medalla de Plata en los Juegos Olímpicos de Ámsterdam y tras ello el entonces presidente del Real Madrid, don Santiago Bernabéu, le ofreció una suma muy importante de dinero para que fuera a jugar al fútbol español, pero Perinetti no lo dudó, le dijo que se conformaba con ser famoso entre la gente de Racing. Era un jugador con mucho temperamento, de enojo fácil, y que también era muy respetado por sus compañeros, tanto que en un partido se pelearon entre dos jugadores de Racing, el árbitro no hizo nada y Perinetti decidió expulsar a su propio compañero Pompey. Esto no cayó bien en los dirigentes, el vínculo con Natalio no fue bueno en sus últimos años en el club, y llegado 1934 la relación con el presidente Ernesto Malbec era insostenible y el mandamás lo dejó libre tras diecisiete años como jugador de Racing. Durante esos años ganó doce títulos, cinco veces la Primera División Argentina, cinco copas nacionales y dos veces la Copa Rioplatense Dr. Ricardo Aldao. Perinetti se fue a River, y cuando le tocó enfrentar a Racing se negó a jugar, los dirigentes “Millonarios” no se lo permitieron y entonces Natalio jugó con la camiseta de Racing debajo de la de River. Además de la académica, vistió otra celeste y blanca, jugó para la Selección Argentina dos partidos en el Campeonato Sudamericano de 1929 y levantó la copa. Su último partido en el conjunto nacional lo jugó ante Francia, por la fase de grupos de la Copa del Mundo Uruguay 1930, nuevamente fue subcampeón y vio festejar a los uruguayos como en Amsterdam. Natalio Perinetti fue un jugador muy especial, por lo bien que trató a la pelota y por las demostraciones de amor a los colores racinguistas. Actualmente es difícil encontrar jugadores con tal sentido de pertenencia. Falleció un día como hoy, pero en el recuerdo quedarán para siempre sus insólitas anécdotas y las páginas gloriosas que escribió en la historia de Racing.

Un día como hoy, en 1994, nació Rodrigo Javier De Paul, en Sarandí, provincia de Buenos Aires. Mediocampista surgido de las divisiones inferiores de Racing. Hizo su debut de la mano del entrenador Luis Zubeldía el 10 de febrero de 2013, ingresó por Camoranesi a los 76 minutos en lo que fue derrota de Racing ante Atlético de Rafaela por 3 a 0. El 9 de marzo marcó su primer gol en la quinta jornada, un golazo desde afuera del área ante San Martín de San Juan para cerrar la goleada académica. Disputó todos los partidos durante ese torneo y en el siguiente. A mediados de 2014 el joven mediocampista fue vendido al Valencia de España. Tras un par de temporadas con pocas chances en el equipo “Ché”, De Paul decidió volver a préstamo a la “Academia” para disputar la Copa Libertadores 2016. En ese torneo marcó su último gol con la camiseta de Racing, fue en la goleada por 4 a 1 ante Bolivar en el Cilindro. El 25 de mayo de 2016 disputó su último partido con la celeste y blanca al enfrentar a Gimnasia y Tiro de Salta por la Copa Argentina. Entre sus dos etapas acumuló 72 juegos y marcó siete goles. Actualmente es jugador del Udinese italiano con quien tiene contrato por varios años más.

Un día como hoy, en 2015, hubo clásico de Avellaneda por la decimotercera fecha del Campeonato de Primera División. Racing, el entonces vigente campeón del fútbol argentino, venció a Independiente por 1 a 0 en el Estadio Presidente Perón. Aquella tarde Diego Cocca mandó a la cancha a Saja, Pillud, Lollo, Cabral, Grimi, Romero, Videla, Aued, Acuña, Bou y Milito. Desde el banco ingresaron Cerro, Camacho y Gastón Díaz. Pasados los veinte minutos de juego el defensor del “Rojo” Víctor Cuesta le cometió una infracción dentro del área al “Huevo” Marcos Acuña y el árbitro Germán Delfino otorgó penal para la “Academia”. El capitán Diego Alberto Milito se hizo cargo de la ejecución, venció al “Ruso” Rodríguez y Racing pasó al frente a los veintidós minutos. Esa ventaja perduró hasta el final del encuentro y Racing se quedó con el clásico. Aquel tanto de Milito fue el tercero y último que le anotó a Independiente, en total enfrentó al “Rojo” en trece oportunidades entre sus dos ciclos.