Racing Club El Primer Grande

Déjà vu

En la derrota con Quilmes el primer tiempo fue similar al de Argentinos y el segundo al partido con Olimpo.

El equipo sigue demostrando que le faltan ideas de juego.

El Cilindro se prepara para un nuevo partido y las ilusiones se renuevan. El equipo venía de lograr un triunfo en el último minuto y todos soñábamos con ver una mejor versión de este pobre Racing.

Sin embargo, con el correr de los minutos el partido da una sensación de algo que ya se vio. Es como ver una película repetida y saber el desenlace final. Porque en el primer tiempo La Academia tuvo 45 minutos muy similares a los que realizó el fin de semana pasado en La Paternal. Un equipo que en el comienzo tiene la pelota, pero que no sabe qué hacer con ella y que le permite al rival de la nada hacerle un partido de igual a igual. Quilmes tampoco fue demasiado y por eso ninguno de los dos pudo poner en aprietos al arco rival.

En el complemento se esperaba un equipo que salga decidido a quedarse con los tres puntos, imponiendo, en casa, su juego sobre el del rival. Pero extrañamente Racing le cedió la pelota al Cervecero, mostrándole él mismo cual es el camino a seguir. Algo muy parecido a lo que pasó con Olimpo. Pero la visita esta vez supo aprovechar esto y en una jugada llena de errores de la defensa se puso en ventaja. Esa fue la única diferencia al partido con el conjunto de Bahía Blanca, porque después Racing fue el mismo de siempre. Un barco sin rumbo, que murió en su propia desesperación y nerviosismo al ver como no podía crear situaciones claras. Por todas estas cuestiones fue que el partido fue algo así como un déjà vu.

Por: Bernardo Rizzo.

Racing Club. El Primer Grande.
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