Racing Club El Primer Grande

Cuando comenzamos a crecer

Hace exactamente seis años, Diego Alberto Milito volvía a ponerse la camiseta de Racing en un regreso muy esperado por toda la parcialidad académica. Lo que generó fue mucho más que lo esperado.

Hace 6 años, Milito volvía a jugar en Racing.
Hace 6 años, Milito volvía a jugar en Racing.

El encuentro fue versus San Martín de San Juan, por Copa Argentina. La Academia se impuso uno a cero con gol de Marcos Acuña y dirección técnica de Diego Cocca. El Estadio Juan Gilberto Funes de San Luis se transformó, sin saberlo, en sede y punto de partida de una nueva versión de un club que seguía intentando reencontrar un rumbo extraviado.

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Si bien desde lo político Victor Blanco había tomado las riendas el año anterior para encausar los destinos de la institución, el “Príncipe” contagió positivismo a los hinchas desde el campo de juego y jerarquía a sus compañeros desde el vestuario.

Ahí, fue cuando comenzamos a crecer.

Dejamos de ser los campeones morales, de mirar el reloj los últimos cinco minutos de cada partido. De jugar mal y perder. Jugar más o menos y perder. Y jugar bien y también perder.

Pero todas esas circunstancias no eran responsabilidad de la mala suerte, los gatos enterrados en el arco o el nefasto “No todo pasa”. Era nuestra mediocridad, nuestra falta de recursos. La desidia de cientos de dirigentes que dejamos al mando del club durante tantos años, pensando que con el aliento desde la tribuna alcanzaría para revertir situaciones que necesitan de otros manejos.

Eso trajo Milito en sus valijas junto con su amor por el club. Experiencia de fútbol desarrollado, visión profesional, ambición de crecimiento constante. Y encontró un entorno que lo acompañó, primero en su rol de futbolista y posteriormente en la función de manager deportivo.

Con sólo recordar el estado del estadio y las sedes. La calidad de los planteles en general, entendiendo excepciones. La infraestructura para inferiores y deportes amateurs. Todo eso estaba lejos de representar al “Primer Grande”. Me preguntan qué tiene que ver Diego con esto, yo respondo:todo. Porque obligó desde su posición. Antes de venir, cuando llegó y cuando decidió tomar partido desde donde lo hace actualmente.

Agradezco que me haya tocado presenciar ésta transición. La de Racing, de club errante a institución modelo. Y la de Milito, de príncipe a Rey.

El resumen del partido de aquella noche:

Por Ariel Gutierrez.

R+

 

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